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domingo, 8 de enero de 2012

Opinión: ¿política o partidista?

Cuatro obviedades que caracterizan la forma de hacer incidencia social y política, y como se genera opinión desde los movimientos sociales y ciudadanos.

Primera obviedad: Trabajar en el desarrollo de redes sociales en la lucha contra la pobreza y la exclusión social implica, por el carácter mismo de la actividad profesional, tomar una opinión política, en este caso a favor de los más vulnerables y por la justicia social.

Segunda obviedad: Suelen ser rasgos característicos del Tercer Sector en relación a su forma de realizar incidencia social y política, su capacidad de hacer observación y ser descriptor de la realidad social en la que desempeñan su misión y así mismo la capacidad de formular propuestas.

Tercera obviedad: Tiene que ver con las necesidades, los tiempos y las agendas. Las necesidades de quienes peor lo pasan requieren tiempos y agendas más apresuradas e inmediatas que las políticas. Desafortunadamente queda mucha gente tirada en el camino.

Cuarta obviedad: A estas alturas de madurez democrática debiera resultar innecesario diferenciar entre opinión política y opinión partidista. Debiera ser defendible el derecho ejerciente de todo ciudadano, por su sola condición, de tomar interés por emitir su opinión política, y nadie debiera sentirse bien ni mal porque alguien opine.

Una opinión partidista, por el contrario, sería aquella que señalase directamente a un partido político como beneficiario de las opiniones expresadas, opositando a su vez contra las otras alternativas partidarias.

Para concluir esta obviedad, tan solo añadir una pregunta: Si el que lo habla lo tiene claro, ¿dónde radica el problema?

Conclusión: El problema está, justamente, en quien lo escucha y cómo interpreta lo que escucha. Aquí es donde la regla tiene cabida: “A más débil resulte la posición de un dirigente político o más mediocre sea su perfil y capacidad, más proclive será para confundir opinión política con opinión partidista”

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