Los últimos datos del INE sobre el censo agrario reflejan la pérdida de peso específico del sector primario.
Las explotaciones agrarias de la región se reducen casi a la mitad en diez años
El campo extremeño registra 43.000 fincas menos entre los años 1999 y 2009, más en Cáceres que en Badajoz. Hay un descenso notable de la superficie utilizada y del empleo generado, pero más cabezas de ovino y bovino.
El número de explotaciones ha pasado de las 108.246 en 1999 a las 65.230 registradas en el 2009, un 43% menos, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en relación al censo agrario. Este descenso ha sido más notable en la provincia de Cáceres, con un 48% menos de explotaciones, frente al 31% que han basado en las comarcas pacenses.
Todo esto se traduce en menos importancia del sector primario en el Producto Interior Bruto (PIB) extremeño y, sobre todo, en menos empleo. A este respecto, cabe destacar que estos últimos datos del INE reflejan que las unidades de trabajo al año (UTA) han pasado de 66.448 en 1999 a 60.340 registradas diez años después. Hay que aclarar que la Unidad de Trabajo Año equivale al trabajo que realiza una persona a tiempo completo a lo largo de un año: 275 o más jornadas, pero no debe confundirse trabajo con empleo, porque cinco trabajadores asalariados eventuales que realicen 55 jornadas al año incorporan una UTA. En este sentido, estas unidades también se han visto mermadas en relación a los asalariados registrados, al pasar de 26.281 a 24.169.
Otra cuestión relevante que demuestra esa menor dinamización del sector agrícola y ganadero en la región es que en la última década se han registrado casi 600.000 hectáreas menos (de casi 3,7 millones se ha pasado a 3,1) y que la superficie agrícola utilizada se ha visto mermada en 345.800 hectáreas.
En cualquier caso, la superficie agrícola útil se ha situado en una media de 40,91 hectáreas por explotación, la tercera mayor de España y un 15,74% más respecto a 1999. Además, hay 17.700 hectáreas menos de superficie regada y apenas el 1,4% del total de tierras se dedica al cultivo de productos ecológicos.
Peor para el porcino
La ganadería extremeña también ha sufrido un notable descenso del número de explotaciones, que se aprecia en el análisis de los principales sectores. Así, el porcino se lleva la peor parte, ya que en diez años hay la mitad de fincas (apenas 7.200 frente a las 15.500 en 1999), lo que ha supuesto la caída de 50.000 cabezas en un sector fundamental para el campo de la comunidad autónoma. El número de cerdos apenas llega a 1.075.000 cuando diez años antes se acercaba a 1.125.000. También hay un descenso destacado en cuanto al ganado caprino, con 2.220 explotaciones menos y 17.750 animales menos. Tampoco han escapado a esa pérdida el sector equino, el de las conejas madres reproductoras y el de las colmenas.
Sin embargo, y pese a que también hay menos explotaciones de bovino (1.465 menos en diez años) y de ovino (1.550 menos), el número de cabezas ha crecido en 99.350 y 42.750, respectivamente. Es este último caso, hay casi 3,4 millones de cabezas de ovino, el segundo mayor censo del país.
Trasladando todos estos datos a la economía de los profesionales del campo en Extremadura, y a tendiendo al último informe de Mercasa, se llega a la conclusión de que la renta de agricultores y ganaderos ha descendido un 4,8% en tan solo un año. Lejos de alcanzar los 1.190 millones del 2008, los agricultores y ganaderos extremeños ingresaron en 1.132 millones de euros en el 2009, 58 menos que en los doce meses anteriores. Ese mismo estudio revela que el valor final de la producción agraria también se redujo, pasando de 2.338 millones en el 2008 a 2.221 en el 2009 (un 5% menos).
El número de explotaciones agrarias se ha reducido en España un 44% en diez años, hasta 989.796, a tenor de los datos del último censo agrario, de 2009, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Diez años antes había registradas 1.764.456 explotaciones.
Galicia es la comunidad autónoma donde se ha registrado un mayor descenso en el número de explotaciones en la última década, con un 70% menos; seguida de Canarias (-60%) y Pais Vasco (-58%). El descenso es generalizado en todas las regiones, pero menos significativo en Cataluña (-20%) y Navarra (-46%)
La superficie agraria utilizada en todo el país ha disminuido en más de 2,4 millones de hectáreas en este periodo, un 9,2% menos, hasta 23,7 millones de hectáreas. Los datos del INE reflejan que todas las comunidades autónomas españolas han aumentado su superficie agraria utilizada media por explotación, especialmente Galicia, con un incremento cifrado en el 45,9%.
Más costes para producir y menos manos para recoger
Las organizaciones agrarias coinciden en que los mayores costes y la falta de relevo generacional están cerrando explotaciones.
- Una mayor concentración,
- Costes de producción cada vez más elevados
- Mayores exigencias burocráticas
- Precios de venta por debajo de los costes de producción
- Y falta de relevo generacional, falta de mano de obra joven.
Han sido sobre todo pequeños agricultores y ganaderos los que han dejado sus tierras, en especial aquellos dedicados al olivar y al porcino, los sectores más perjudicados por esta merma agraria y ganadera.
Si en el regadío antes se vivía con diez o doce hectáreas, ahora tienes que tener veinticinco o treinta.
Además del malogrado olivar, suma la mala situación del porcino y del vino, y culpa de ello a los precios.
El último Censo Agrario indica que de las 65.200 explotaciones en Extremadura, apenas 3.400 son titularidad de jóvenes menores de 35 años, y solo 69.000 unidades ganaderas (apenas el 6%) son propiedad de jóvenes.
¿Hacia dónde vamos?
El campo no tiene capacidad de adaptación para elegir otra salida. No hay construcción y la industria está cada vez peor.
Fuentes:
(1)
(2)
(3)
El campo extremeño registra 43.000 fincas menos entre los años 1999 y 2009, más en Cáceres que en Badajoz. Hay un descenso notable de la superficie utilizada y del empleo generado, pero más cabezas de ovino y bovino.
El número de explotaciones ha pasado de las 108.246 en 1999 a las 65.230 registradas en el 2009, un 43% menos, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en relación al censo agrario. Este descenso ha sido más notable en la provincia de Cáceres, con un 48% menos de explotaciones, frente al 31% que han basado en las comarcas pacenses.
Todo esto se traduce en menos importancia del sector primario en el Producto Interior Bruto (PIB) extremeño y, sobre todo, en menos empleo. A este respecto, cabe destacar que estos últimos datos del INE reflejan que las unidades de trabajo al año (UTA) han pasado de 66.448 en 1999 a 60.340 registradas diez años después. Hay que aclarar que la Unidad de Trabajo Año equivale al trabajo que realiza una persona a tiempo completo a lo largo de un año: 275 o más jornadas, pero no debe confundirse trabajo con empleo, porque cinco trabajadores asalariados eventuales que realicen 55 jornadas al año incorporan una UTA. En este sentido, estas unidades también se han visto mermadas en relación a los asalariados registrados, al pasar de 26.281 a 24.169.
Otra cuestión relevante que demuestra esa menor dinamización del sector agrícola y ganadero en la región es que en la última década se han registrado casi 600.000 hectáreas menos (de casi 3,7 millones se ha pasado a 3,1) y que la superficie agrícola utilizada se ha visto mermada en 345.800 hectáreas.
En cualquier caso, la superficie agrícola útil se ha situado en una media de 40,91 hectáreas por explotación, la tercera mayor de España y un 15,74% más respecto a 1999. Además, hay 17.700 hectáreas menos de superficie regada y apenas el 1,4% del total de tierras se dedica al cultivo de productos ecológicos.
Peor para el porcino
La ganadería extremeña también ha sufrido un notable descenso del número de explotaciones, que se aprecia en el análisis de los principales sectores. Así, el porcino se lleva la peor parte, ya que en diez años hay la mitad de fincas (apenas 7.200 frente a las 15.500 en 1999), lo que ha supuesto la caída de 50.000 cabezas en un sector fundamental para el campo de la comunidad autónoma. El número de cerdos apenas llega a 1.075.000 cuando diez años antes se acercaba a 1.125.000. También hay un descenso destacado en cuanto al ganado caprino, con 2.220 explotaciones menos y 17.750 animales menos. Tampoco han escapado a esa pérdida el sector equino, el de las conejas madres reproductoras y el de las colmenas.
Sin embargo, y pese a que también hay menos explotaciones de bovino (1.465 menos en diez años) y de ovino (1.550 menos), el número de cabezas ha crecido en 99.350 y 42.750, respectivamente. Es este último caso, hay casi 3,4 millones de cabezas de ovino, el segundo mayor censo del país.
Trasladando todos estos datos a la economía de los profesionales del campo en Extremadura, y a tendiendo al último informe de Mercasa, se llega a la conclusión de que la renta de agricultores y ganaderos ha descendido un 4,8% en tan solo un año. Lejos de alcanzar los 1.190 millones del 2008, los agricultores y ganaderos extremeños ingresaron en 1.132 millones de euros en el 2009, 58 menos que en los doce meses anteriores. Ese mismo estudio revela que el valor final de la producción agraria también se redujo, pasando de 2.338 millones en el 2008 a 2.221 en el 2009 (un 5% menos).
La situación en España
El número de explotaciones agrarias se ha reducido en España un 44% en diez años, hasta 989.796, a tenor de los datos del último censo agrario, de 2009, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Diez años antes había registradas 1.764.456 explotaciones.
Galicia es la comunidad autónoma donde se ha registrado un mayor descenso en el número de explotaciones en la última década, con un 70% menos; seguida de Canarias (-60%) y Pais Vasco (-58%). El descenso es generalizado en todas las regiones, pero menos significativo en Cataluña (-20%) y Navarra (-46%)
La superficie agraria utilizada en todo el país ha disminuido en más de 2,4 millones de hectáreas en este periodo, un 9,2% menos, hasta 23,7 millones de hectáreas. Los datos del INE reflejan que todas las comunidades autónomas españolas han aumentado su superficie agraria utilizada media por explotación, especialmente Galicia, con un incremento cifrado en el 45,9%.
Las razones de que el campo extremeño pierda peso
Más costes para producir y menos manos para recoger
Las organizaciones agrarias coinciden en que los mayores costes y la falta de relevo generacional están cerrando explotaciones.
- Una mayor concentración,
- Costes de producción cada vez más elevados
- Mayores exigencias burocráticas
- Precios de venta por debajo de los costes de producción
- Y falta de relevo generacional, falta de mano de obra joven.
Han sido sobre todo pequeños agricultores y ganaderos los que han dejado sus tierras, en especial aquellos dedicados al olivar y al porcino, los sectores más perjudicados por esta merma agraria y ganadera.
Si en el regadío antes se vivía con diez o doce hectáreas, ahora tienes que tener veinticinco o treinta.
Además del malogrado olivar, suma la mala situación del porcino y del vino, y culpa de ello a los precios.
El último Censo Agrario indica que de las 65.200 explotaciones en Extremadura, apenas 3.400 son titularidad de jóvenes menores de 35 años, y solo 69.000 unidades ganaderas (apenas el 6%) son propiedad de jóvenes.
¿Hacia dónde vamos?
El campo no tiene capacidad de adaptación para elegir otra salida. No hay construcción y la industria está cada vez peor.
Fuentes:
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