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martes, 29 de noviembre de 2011

Agroindustria

Campo, industria y comercio: Mal balance en los últimos años

La facturación de este sector, que representa una quinta parte del PIB regional, baja un 10% en dos años. Los bajos precios y los elevados costes de producción empujan al cierre a miles de explotaciones. La comunidad pierde 800 empleos en la transformación y 2.000 tiendas de alimentación desde el 2008.

El binomio agricultura-industria constituye uno de los grandes motores de la economía extremeña. Solo en empleo, estas actividades generan 70.000 puestos de trabajo directos, mientras que sus ventas alcanzan los 3.800 millones de euros anuales, el equivalente a una quinta parte del producto interior bruto (PIB) de la comunidad autónoma. Esto supone que uno de cada cinco euros que se generan en Extremadura salen directamente del campo, de la transformación de sus productos y de su comercialización. Sin embargo el funcionamiento de toda esta maquinaria se está resintiendo como consecuencia de la coyuntura económica y de la crisis interna que arrastran la agricultura y la ganadería.

El presidente de la Junta, José Antonio Monago, ha defendido durante los meses que lleva al frente de la región el papel primordial de la agroindustria y la agroalimentación en Extremadura. De hecho, uno de sus primeros compromisos de Gobierno fue la creación de una futura ley de calidad agroalimentaria. Además, ha defendido proyectos como el corredor ferroviario de mercancías (Eje 16) que considera vitales para relanzar la comercialización de los productos extremeños en el centro de Europa y a través de los puertos de Sines (Portugal) y del mar Mediterráneo.

Precisamente medidas y apoyos es lo que agricultores y ganaderos vienen reivindicando a las Administraciones estos últimos años ante los problemas que sufre el sector y las actividades asociadas a él. Muestra de esas dificultades es el descenso registrado en el valor de la producción agraria. El dato es indicativo: si en el 2008 las ventas agrícolas y ganaderas sumaron más 2.338 millones de euros, en el 2010 apenas alcanzaron los 2.170 millones. De hecho, solo la ganadería ha dejado de ingresar 90 millones de euros anuales en las dos últimas campañas, de acuerdo con los datos publicados por Mercasa, la empresa pública estatal dedicada a la distribución alimentaria (con su red de grandes superficies: Mercamadrid, Mercabadajoz, Mercabarna...).

- Bajos precios, altos costes -

Desde el sector coinciden en que la inestabilidad de los precios pagados al agricultor y el continuo encarecimiento de los costes de producción (por la subida de las materias primas: gasóleo, piensos, electricidad, agua) mantienen las explotaciones al límite de la rentabilidad y todo eso se refleja en su balance de resultados. "Agricultores y ganaderos pierden poder adquisitivo año tras año porque el campo soporta crisis tras crisis", explicó Lorenzo Ramos, secretario nacional de la organización agraria UPA, hace unos meses cuando la organización hizo balance del 2010.

El estudio de Mercasa pone de manifiesto que el año pasado fue un buen ejercicio en cuanto a precios para sectores como la fruta. Por contra, bajaron o siguieron siendo bajos para cultivos como el arroz, el tabaco, el aceite, la aceituna de mesa o el vino. Aunque "la peor situación la vivió el sector ganadero", apuntan en Mercasa. En este sentido, exceptuando subsectores como las aves y el porcino de capa blanca, el balance fue negativo, con caídas generales de precios en el mercado para el porcino ibérico, el ovino y el caprino.

Todo esto se está reflejando en el sector, donde se aprecia una reducción del número de explotaciones en activo. En el ámbito ganadero, por ejemplo, y solo teniendo en cuenta las producciones de vacuno, ovino, caprino y porcino, han desaparecido casi una cuarta parte de las 47.168 explotaciones que había en la región en el 2005, según datos de la Junta.

El balance tampoco es positivo en la industria ligada a la agricultura y la alimentación. Este sector realizó ventas por valor de 1.683 millones de euros en 2010, frente a los 2.058 millones del 2009 y los 1.900 del 2008. La mayor facturación sigue procediendo de las conservas de hortaliza y fruta (con 410 millones), seguido de las industrias cárnicas (con 358 millones, 100 menos que el año anterior).

-Deterioro Empresarial -

La transformación agroalimentaria extremeña también está perdiendo tejido empresarial. Al cierre del 2010 había 1.447 empresas en el sector, 80 menos que dos años antes. Y todo eso se está traduciendo, además, en el empleo, con 800 trabajadores menos ocupados durante la última campaña.

Por si fuera poco, tampoco la distribución y la comercialización se libra de la crisis del sector ni de la mala coyuntura económica. En los dos últimos años han desaparecido casi 2.000 establecimientos o licencias comerciales de alimentación, un deterioro que se ha notado más entre el pequeño comercio.

- Evolución a la baja en las producciones extremeñas del 2010 -

El campo da, pero menos. La mayoría de los cultivos han visto mermadas sus producciones. Los ganaderos han perdido más de un millón de cabezas en solo cinco años.

Sostienen expertos en el ámbito agrario, como Eduardo Baamonde, secretario general de Cooperativas Agroalimentarias en España, que la política agrícola europea avanza en sentido contrario a la tendencia mundial. Mientras la primera parece desincentivar la actividad agraria, al suprimir las ayudas ligadas a la producción, la Organización Mundial de la Alimentación (FAO) calcula que el planeta necesitará un 70% más de alimentos durante las próximas décadas. Por eso llama la atención la evolución experimentada en los últimos años por la producción en el campo extremeño, con una tendencia a la baja, tal y como reflejan los datos del último estudio de Mercasa y el Ministerio de Medio Ambiente.

La ganadería es un buen ejemplo de lo que está ocurriendo. Porque extremadura ha pasado de tener casi 5 millones de cabezas de ovino a quedarse en 3,8 millones en apenas cinco años. Igualmente, en el vacuno, la reducción ha sido de 820.000 a 720.000 cabezas; y en el caprino se han perdido más de 40.000 animales, hasta quedarse por debajo de las 300.000 unidades. En total, más de un millón de reses han desaparecido de la producción agrícola de la región.

La agricultura también vive en horas bajas. Cultivos como el trigo, la cebada o el maíz han visto drásticamente rebajadas sus producciones en los últimos años. Entre los motivos destacan la reducción de superficie sembrada, por los bajos precios, y los altibajos en el rendimiento por hectárea. No obstante, variedades como el país parecen recuperarse este 2011, en la que ha crecido un 30% su superficie.

Más dudosa es la tendencia entre cultivos industriales como el tabaco, el arroz o el tomate. Los tres han tenido evoluciones con altibajos, condicionados por los mercados y los cambios normativos y en los sistemas de ayudas. Así, el tomate de conserva, que cerró el 2009 con cifras récord de producción, vio reducidos sus resultados el año pasado debido a, entre otras cosas, factores meteorológicos --altas temperaturas y lluvias al inicio de la campaña--. Las previsiones son aún peores de cara a este 2011, con estimaciones de una reducción del 25% en la producción por la desaparición del régimen de ayudas acopladas.

Algo similar ha ocurrido con la fruta, con menos kilos debido a los problemas de cuajado por las abundantes lluvias de la primavera del 2010. Mientras, el tabaco también se ha visto afectado por la modificación de las ayudas comunitarias, limitando su cosecha a 29,7 toneladas en la última campaña.

- Más Vino -

Por contra, la producción de vino superó el año pasado "con creces" a de la campaña anterior (por encima de los 4,2 millones de hectolitros entre vino y mosto), si bien los precios pagados a los agricultores también fueron bastante bajos. Y la aceituna de mesa y el aceite registró resultados inferiores a los de ejercicios precedentes, al quedarse en 130 toneladas de aceitunas. Y ello a pesar de que se ha obtenido "gran calidad" y un aumento de las exportaciones, según las organizaciones agrarias.

- Un 17% menos de cultivo ecológico -

La agricultura ecológica perdió terreno durante el 2010. La superficie total dedicada a estas prácticas se redujo un 17% respecto al año anterior, para situarse en 95.400 hectáreas. La mayor parte está dedicada a pastos (48.600 hectáreas), olivar (34.490), cereales (3.740) y vid (1.740). En total hay 3.754 operadores ecológicos, de los que 3.603 son productores, 80 elaboradores, 2 importadores y 69 comercializadores. También hay 308 explotaciones ganaderas.

Fuentes:
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