ILP Dación en pago

Han sido 1.402.854 firmas ciudadanas recogidas en los últimos meses quienes han apoyado la iniciativa legislativa popular para la dación en pago, con aplicación retroactiva, la paralización de los desahucios y el fomento del alquiler social. Extremadura ha apoyado también esta iniciativa con 17.032 firmas recogidas en nuestra región. Evidencia un clamor ciudadano para cambiar la legislación hipotecaria y poner fin al drama de miles de familias que se ven en la calle, sin vivienda, y con una deuda de por vida.

Según datos del Consejo General del Poder Judicial, entre 2007 y el tercer trimestre de 2012 se han producido más de 400.000 ejecuciones hipotecarias en el Estado Español. Desde la perspectiva de algunos poderosos son simplemente los efectos “colaterales” de la crisis: Son estos centenares de miles de personas, igual que los millones que han perdido sus empleos y han caído en la precariedad laboral.

Quiero subrayar aún más la dimensión del drama de estas víctimas, de una crisis sin precedentes en España que les ha causado un repentino y tremendo empobrecimiento que les condenan a una exclusión permanente de por vida, a ellos y a sus descendientes. Millares de personas tienen embargadas sus cuentas bancarias, sus salarios, no pueden acceder a créditos o avales financieros.

No estoy exagerando el drama, el tormento, el profundo dolor, el sentimiento de frustración y de impotencia. Recuerdo a quiénes en un acto de desesperación han acabado con sus vidas. Detrás de cada ejecución hipotecaria y de cada desahucio, hay personas condenadas a vivir indignamente, hay proyectos hundidos, hay sueños rotos, no hay futuro.

Es muy conveniente recordar y valorar la movilización ciudadana solidaria con estas centenares de miles de personas, el clamor popular para poner fin a esta sangría. En éste particular la sociedad española sí ha tomado la iniciativa y se ha movilizado, se ha plantado y ha realizado barreras humanas impidiendo ejecutar desahucios y desalojos, ha recogido firmas y en definitiva ha dicho basta.

La legitimidad de su movimiento ha sido apoyada por un buen número de jueces, que se han plantado también con sus instrumentos jurídicos y legales para no seguir aplicando justicia condenatoria contra los débiles, contra los ciudadanos, aplicando leyes a favor de los poderosos, condenando de por vida a seres indefensos. 

Warren Buffet, el hombre con la tercera mayor fortuna del mundo, declaró: “Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando”.