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jueves, 21 de octubre de 2010

Cerrado

"Desde agosto de 2009 hasta el mismo mes de este 2010, han desaparecido cerca de 101 comercios familiares extremeños, un sector que sigue sin dar señales de recuperación. Los problemas de estos profesionales siguen siendo los mismos que al comienzo de la crisis: nulo acceso a la financiación y falta de políticas activas por parte del Gobierno para un sector estratégico, según ha indicado este colectivo en un comunicado". Esta es muy mala noticia.

Entre los "comercios que apenas sobreviven a su primer año de vida y los de toda la vida que cierran en un año", se pierde algo más que unos negocios o unos empleos. Se pierde un sector estratégico clave para la recuperación económica y el estímulo en un territorio tan extenso y apenas poblado como es Extremadura. El pequeño comercio, el del autónomo que se instala con su idea, su esfuerzo y sus deudas para gestionarlo él mismo, ese comercio de toda la vida sí, resulta estratégico para Extremadura. Primero por la distancia existente entre los principales núcleos de población extremeños, y segundo porque los mercados potenciales de cada una de nuestras "grandes" ciudades apenas alcanza a una población estimada de cien mil habitantes (excepto Badajoz Cáceres), y por tanto resultan poco atractivos para la implantación de centros comerciales donde se instalen, además de tiendas anclas, los comercios de muy diferentes y conocidas marcas que al final resultan ser de los mismos dos o tres fabricantes y franquiciados.

Estamos por tanto supeditados al desarrollo de un comercio generado por los propios ciudadanos y vecinos. Yo he pensado muchas veces en montar un negocio. Diferentes ideas que se nos han ocurrido. Y siempre han sido varias las razones por las que finalmente me he echado para atrás: no conocer en profundidad la actividad comercial; no conocer en profundidad el comportamiento comercial de los emeritenses; el alto coste de la financiación y el crédito. Pero sobre todo y la más importante: el alto coste de alquiler de los locales. Con carácter general, la propiedad inmobiliaria, con los altos precios de alquiler, actúa como una losa contra el estímulo económico, la salida de la crisis, la creación de empleo y la atracción comercial. Sí, pienso que habría que acabar con todos esos propietarios inmobiliarios, intermediarios comisionistas y entidades de crédito que prefieren locales cerrados, calles vacías y ciudades empobrecidas.

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