Oxímoron es el término lingüístico que hace referencia al uso retórico de dos palabras de significado contrapuestos. Ejemplos similares pueden ser “silencio atronador”, “vista ciega”, “luz oscura” o “hielo abrasador”. Desde los últimos siete años hasta hoy, utilizar el concepto “Banca Ética” puede ser considerado un Oxímoron, pero no lo es.
Hay que remontarse a finales de la década de los años setenta del siglo pasado para conocer el origen de la Banca Ética, también conocida como banca social, que se refiere al conjunto de entidades financieras cuyos productos no están condicionados exclusivamente al criterio del máximo beneficio y la especulación, invirtiendo en la economía real, y en algunos casos hasta tienen una estructura interna fundamentada en la participación cooperativa.
Estos días, el Banco de España ha otorgado a “Fiare Banca Ética” la inscripción en el registro de entidades financieras y por tanto pasa a estar sujeta a la supervisión en materia de liquidez y transparencia. Dicha inscripción en el registro de entidades financieras es el resultado de un trabajo de 10 años, de un proyecto que ha sido el punto de referencia de un movimiento de miles de personas y organizaciones que trabajan para construir un modelo de banca democrática y transparente.
Fiare cuenta en la actualidad con casi 5.200 personas socias, gracias a las cuales se está materializando el sueño de crear una institución financiera ética y cooperativa con dimensión europea. En la creación de esta banca ética han participado 112 personas físicas y 16 entidades del tercer sector extremeñas.
Durante los meses de verano se está impartiendo la formación necesaria al equipo profesional de Fiare que se encargará de asumir la nueva etapa y la implantación y el desarrollo de la infraestructura informática que permitirá dar servicio a las personas socias y clientes en todo el territorio español. De modo que, en octubre, Fiare ofrecerá nuevos productos y servicios a los que en los últimos años ya se han convertido en clientes de Banca Ética. Posteriormente, de acuerdo con el espíritu de cooperación, mutualidad y reciprocidad que anima el proyecto, los casi 5.200 miembros de Fiare serán contactados para ofrecerles los productos bancarios específicos y servicios que han ayudado a lograr con su compromiso.
La Banca Ética en Extremadura cuenta además con el apoyo de otras tres asociaciones sin ánimo de lucro dedicadas a facilitar apoyo mutuo y ayudas económicas reintegrables para atender necesidades básicas familiares e impulsar iniciativas de economía real en nuestra Región. Estas asociaciones agrupan a ahorradores particulares que destinan parte de sus ahorros para constituir un fondo común solidario con el que atender las necesidades de otros socios y socias, acomodándose dichas ayudas a los plazos que más cómodamente se ajusten a las personas que los solicitan y que van devolviendo sin interés financiero alguno.
Estas asociaciones, radicadas en Badajoz, Mérida y Villafranca de los Barros movilizan a más de trescientas personas que creen que otra banca es posible y que el derecho al crédito debe ser universal para todas las personas.
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