Aunque son 101 inventos como pudieron ser otros 101, todos podemos pensar en otros que no aparecen, lo cierto es que me he divertido con mis hijos recordando estos inventos y las fechas en que lo fueron.
Y no es menos despreciable comprobar la velocidad con la que éstos se incorporan a nuestras vidas cotidianas, comprobar cómo las generaciones más jóvenes (mis hijos) son capaces de absorver el aprendizaje de lo nuevo frente a otras generaciones más mayores (la mía por no mencionar la de mis padres).
Por ejemplo, la abuela comentaba que tenía diez añitos cuando llegó la televisión a su pueblo (que no su casa), y que pasaron otros veinticinco años para que fuese a color... Mis hijos han pasado de la pantalla plana, a la LCD, al FullHD, a la LED y a la 3D en apenas diez años. ¿Y el microondas? Inimaginable que un electrodoméstico que llegó a casa sobre los años 90 fuese inventado en 1946.
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