A lo largo de 2013 Extremadura ha dado inequívocas muestras de Solidaridad como Sociedad. Lo ha hecho en su conjunto, desde la ciudadanía en general, ya sea desde la infancia, a través de los colegios, desde los jóvenes hasta los mayores, desde las familias hasta las personas por sí solas. Ha dado muestras de Solidaridad desde las instituciones, las empresas, las entidades sociales, religiosas, deportivas y culturales. Lo ha hecho desde las familias, abrazando y protegiendo a aquellos familiares que peor lo están pasando; pero también lo ha hecho desde la colaboración y el voluntariado ayudando al próximo, al desconocido, al vecino, al necesitado anónimo.
Quiero felicitar y dar las gracias a todas las extremeñas y extremeños que han dado muestras de que nuestra tierra está formada por personas solidarias.
Es un tiempo convulso el que nos toca vivir día a día. Seguimos sobrecogidos por la angustia de la crisis que no termina de quedar atrás, por las nefastas sorpresas que aún nos sacuden cada día y por la incertidumbre de lo que pueda pasar. Es un futuro incierto todavía. No sabemos qué sucederá en 2014. Algunos analistas e instituciones nos aventuran signos de mejora, pero también advierten que no será lo suficientemente significativa como para que la sociedad en su conjunto se recupere de los daños causados en los últimos cinco años. Otros analistas, desde el realismo posible, vaticinan recuperación económica, fin de la recesión, pero no fin de la crisis social que sufrimos. Y hay quienes, desde éste último escenario de recuperación, advierten que no podemos esperar volver al punto de partida, de antes de la crisis, y que del mismo modo, estamos ante un nuevo escenario y ante un nuevo modelo social.
Desde cualquiera de las tres visiones expuestas, la Solidaridad desde la ciudadanía deberá seguir siendo un factor corrector para hacer frente a las situaciones de emergencia social. Sin duda, hay más conciencia solidaria, hay un ferviente deseo de cuidar de los más vulnerables y ansia porque la situación no se agrave en ningún caso. Entre los valores sociales que en la actualidad merecen más consideración por la ciudadanía encontramos el encomiable papel de las organizaciones sociales, el reconocimiento de la solidaridad ciudadana y el reconocimiento al voluntariado.
Una vez más, como siempre y si cabe más que nunca, hay que poner en valor la Solidaridad, respetarla, promoverla, mimarla y protegerla. Pero sobre todo, ahora como siempre y si cabe más que nunca, hay que contextualizar la Solidaridad dentro del modelo de Estado, del modelo social y de convivencia que tenemos y que queremos tener en el futuro. Puede haber Solidaridad pero no haber paz, como sucede en países en conflicto; puede haber Solidaridad pero no haber derechos y oportunidades para todos, como sucede en países con enormes desigualdades y brechas sociales.
¿Qué modelo de Estado y de sociedad queremos en Extremadura? Que nadie lo dude, la ejemplificación palmaria de la Solidaridad se realiza desde la Constitución que establece derechos, desde las leyes que los impulsan, desde la protección del Estado con los más débiles y desde la ciudadanía, comprendiendo, acompañando y cuidando de sus ciudadanos y ciudadanas más necesitadas.
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