La participación de las personas excluidas

Con el lema: “Se trata de Europa, se trata de ti” se viene celebrando el Año Europeo de los Ciudadanos, que se centra en lo que ya se ha conseguido para la ciudadanía y en responder a sus expectativas para el futuro. Estimula un debate con la ciudadanía sobre cómo debería ser la Unión Europea en el futuro y sobre qué reformas son necesarias para mejorar sus vidas cotidianas. 

Se observa que uno de los déficits más importantes que tienen las sociedades europeas es el de la participación de la ciudadanía. Europa tiene ante sí importantes retos que superar. El impacto de la crisis económica está generando una profunda desigualdad social. Crear un proyecto europeo común no solo depende de unos países, ni de unos gobiernos. Depende de todos los ciudadanos y ciudadanas. 

Una forma de participación ciudadana es a través de las organizaciones sociales, asumiendo responsabilidades directivas o mediante el ejercicio de actividades de voluntariado. Esta forma de participación de indudable tradición genera un capital social muy poderoso, un tesoro en manos de la sociedad civil y de la ciudadanía altamente eficaz. 

No obstante, no todos participamos del mismo modo, entre otras razones porque las circunstancias personales y los puntos de partida no son los mismos para todas las personas. Por ejemplo, en la Sociedad, los niños y niñas no participan igual que las personas adultas; ni las personas con discapacidad intelectual tienen la misma capacidad para tomar decisiones que les afectan. Estos ejemplos y otros muchas personas en situaciones personales similares son conocidas como los invisibles o los sin voz. 

Son precisamente este grupo de personas que más difícil tienen alzar su voz los que este fin de semana se van a reunir en Mérida, con el objetivo de contribuir al empoderamiento como ciudadanos y ciudadanas, apoyando sus capacidades para comprender, organizar y reconducir las dificultades y problemas por los que atraviesan. Para ello, uno de los primeros pasos de su participación es potenciar el tejido de redes que favorezcan su proceso de inclusión en la sociedad. 

Además, al Encuentro de este próximo sábado en Mérida asistirá un diputado del parlamento europeo y también representantes de ayuntamientos y del Gobierno de Extremadura, porque otro de los objetivos que se persigue hacer visible y expresar sus problemáticas y propuestas ante las autoridades responsables y los representantes políticos. 

Algunas de las propuestas y afirmaciones de los que no tienen voz, de los invisibles, de los que peor lo pasan, son contundentes y obvias, y no por ello dejan de sorprendernos. Para ellos, participar es “Dar y recibir para cambiar la sociedad, y creer que es posible, para comprender el ejercicio de la ciudadanía y de la democracia, es un derecho, una libertad, es la expresión de los sin voz. A través de su participación se rompen los prejuicios, cambiar las miradas, luchar por los derechos y la igualdad”. 

El mensaje es claro: si quienes peor están, quienes menos tienen y quienes menos derechos ejercen pueden participar y lo hacen de esta manera, las que llevan una vida más completa y normalizada no tienen excusa para hacerlo. Así que, sigamos participando.