Emprendedoras a la fuerza

La actividad emprendedora se duplica en el último año. El número de mujeres que se lanzan se triplica en la región. Extremeños y extremeñas que decidieron poner remedio a su situación de desempleo o inestabilidad cuentan su experiencia. 

Por necesidad, por pura necesidad. Por eso, en gran parte, se ha incrementado la actividad emprendedora en Extremadura, que en el último año ha crecido un 134%, según los datos del último informe GEM. La crisis de vocaciones emprendedoras, de la que tanto hablan los políticos desde que empezó a olerse la recesión económica, remite ahora ante la falta de oportunidades laborales y las elevadas cifran de desempleados que no dejan de engordar cada mes.

La región cuenta en la actualidad con más de 141.000 parados. Podrían ser más, pero muchos de los que han contribuido a engordar las listas del Sexpe durante un tiempo han decidido salir de esta por cuenta propia, por lanzarse a la aventura de emprender un nuevo negocio para poder seguir subsistiendo, porque no veían muchas más opciones de salir adelante, por necesidad. No hay mal que por bien no venga pensarán algunos.

Según el último informe GEM, publicado este verano, la actividad emprendedora aumentó el año pasado en un 134% hasta los 6,06 puntos frente a los 3,47 puntos del 2010. El estudio señala que las comunidades con las tasas de paro más alto han experimentado una tasa de actividad emprendedora superior al de comunidades con menos paro, y en este sentido Extremadura es la región que más ha crecido en cuanto a emprendimiento. A esto han contribuido muchas mujeres extremeñas. En solo un año el número de emprendedoras ha pasado de 8.000 a 22.000 este 2012. "Está claro que la mujer es la que tira del carro en época de coyuntura difícil", señala Mari Cruz Sánchez Escobedo, doctora en Economía Financiera y Contabilidad de la Uex en su primera publicación. "La crisis ha hecho que tomen las riendas de la situación familiar y generen más iniciativa emprendedora", señala la experta. 

Pero emprender no es una salida fácil aunque no quede más remedio. También tiene sus riesgos. Organizaciones empresariales aseguran que ocho de cada diez nuevas empresas no sobreviven más de los dos años.

Fuente: El Periódico de Extremadura