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| El caracol es el ícono de la Teoría del Decrecimiento |
El decrecimiento es una línea de pensamiento surgida en los años 70 y vigente más que nunca atizada por el fuego de la crisis económica mundial.
Los teóricos definen el decrecimiento como la corriente que propugna que en los países ricos no hace falta crecer más, sino que es necesario repensar las necesidades humanas reales y para construir una sociedad más justa, más participativa y ecologicamente sostenible.
El decrecentismo no es una utopía, lo utópico es precisamente lo contrario, creer que es viable vivir cada vez con más y más en un planeta finito.
Uno de los pilares del decrecimiento se sustenta en que el crecimiento económico está sobrevalorado. Llegado el caso, la transición al decrecimiento supondría, un cambio de modelo y por tanto incluso la desaparición de sectores enteros de la economía, la redistribución del trabajo, la primacía de la vida social, un mayor peso de lo local, la austeridad voluntaria y la democracia participativa.
Los teóricos definen el decrecimiento como la corriente que propugna que en los países ricos no hace falta crecer más, sino que es necesario repensar las necesidades humanas reales y para construir una sociedad más justa, más participativa y ecologicamente sostenible.
El decrecentismo no es una utopía, lo utópico es precisamente lo contrario, creer que es viable vivir cada vez con más y más en un planeta finito.
Uno de los pilares del decrecimiento se sustenta en que el crecimiento económico está sobrevalorado. Llegado el caso, la transición al decrecimiento supondría, un cambio de modelo y por tanto incluso la desaparición de sectores enteros de la economía, la redistribución del trabajo, la primacía de la vida social, un mayor peso de lo local, la austeridad voluntaria y la democracia participativa.
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