Honestamente gracias
Honestamente. Quiero dar las gracias: Doy las gracias en mi nombre y en el de mi famlia a todas las personas, hombres y mujeres que han permanecido alertas a las asambleas, comisiones y otras actividades del movimiento #15M. Nos identificamos en gran medida con sus inquietudes y propuestas, con los que siguen derrochando conciencia social, imaginación, esfuerzos y sudores, de cuyo resultado es una enorme empatía social y que en los últimos días han caminado kilómetros y kilómetros hasta culminar el pasado fin de semana en Sol, y reafirmar una vez más que estamos "indignados".
Cada una de las personas ausentes en las diferentes actividades del #15M tendrá su razón. Vuelvo a decir que la verdadera dimensión (o éxito) del movimiento no lo determinará el número de personas que movilice (unas veces serán más, otras serán menos), sino los rasgos de singularidad del Movimiento y su capacidad de transmitir al conjunto de la sociedad lo que hacen y lo que proponen. Y en esta tarea no lo tienen nada fácil, o dicho de otro modo, los diferentes "poderes" sociales le pueden dar la espalda.
Lucha civil y pacífica sin prisas, sin pausas
Los partidos políticos ya han tomado partido, nunca mejor dicho, y han adoptado posturas diferentes en relación al #15M. Al Partido Popular le molestó desde el mismísimo 15M, después del 22M y ahora y en el futuro. Al PP y a CIU les incomoda para el ejercicio de gobierno en Comunidades y Ayuntamientos en los que han ganado. Se sienten observados, se sienten contradichos, se sienten presionados desde las plazas y barrios. Adoptan medidas disuasorias tan esperpénticas como limpiar las plazas de carteles día sí y el otro también, crear improvisadas obras de mantenimiento abriendo agujeros y socavones, cortar la circulación de peatones o emplear los vehículos de la policía local para con sus luces impedir la reunión o el descanso de los indignados.
Al otro lado del espectro ideológico, IU se siente muy identificada con el #15M, pero teme que los guiños de Rubalcaba terminen "robando" votos y que sean reorientados de nuevo al PSOE. Pero aqui también hay un pulso interesante entre sociedad y políticos. El #15M se resiste a ser simpático con una izquierda política que solo toma de sus propuestas aquellas que les interesa. Los indignados quieren ver hechos y no promesas, tres hechos concretos mejor que un gesto... Y esto a nuestra clase política le cuesta. Se muestra como una maquinaria lenta y temerosa, justo dos cualidades insoportables en tiempos de crisis económica y de valores y con la ciudadanía con la soga al cuello.
El principal handicap de Rubalcaba es Zapatero y la aparente sumisión contínua a los dictados de la UE por parte del gobierno español. La semana pasada, la UE aprobó nuevas medidas de control económico, incluso crearon instrumentos que impidiesen la especulación infundada de los mercados financieros. Aún así, siguen sin cortar por lo sano, atajar de una vez la raíz de los problemas y las especulaciones: La excesiva influencia de las agencias de rating al servicio de la especulación, la existencia de paraísos fiscales, la existencia de la libre circulación de capitales exclusivamente especulativos, sin control y sin tributación.
Los medios de información y comunicación actúan en favor del Movimiento en la medida que éste ataca a algún otro poder: se empecinan en querer plantearlo como un movimiento antisistema (antipolñitico, antibancos, anti...). Algunos persisten en identificarlo con grupos dirigidos, manipulados y violentos. Otros medios sucumben a la evidencia. Es interesante bajar un nivel informativo más, como lo hacen desde medios informativos minoritarios, y juntarse con la gente del movimiento, para conocer un sinfin de propuestas constructivas que perfeccionan el modelo social y económico y democrático en el que vivimos.
El ejemplo lo tenemos en la propuesta de una Ley de Transparencia, que no plantea un antisistema político o democrático, sino que exige a las instituciones establecidas un mayor rigor en la rendición de información y cuentas, algo que es de tradición desde hace décadas en el centro y norte de Europa pero que aquí en España huelga por su ausencia. Es conveniente recordar que la Ley de Transparencia, reclamada por la ciudadanía, ya aparecía en los dos últimos programas electorales del PSOE-Gobierno, y hasta ahora, estimulado por el #15M, no se ha decidido a impulsarla como proyecto de ley, dos ministros y siete años después.
Los especualdores financieros se frotan las manos
Los economistas insisten en hacer creer que hay que tener una suerte de conocimientos que están demasiado alejados de los ciudadanos y ciudadanas comunes. Posiblemente tengan razón. Pero deben recordar que la economía está al servicio de las personas, y nunca al revés. Son las personas las que hacen la economía. Y los ciudadanos y ciudadanas saben perfectamente decidir lo que es correcto de lo que les perjudica, y saben diferenciar aquello que tiene un sentido socialmente productivo respecto de lo especulativo... Y en los últimos años, los mercados financieros están jugando con el dinero sin un fin social concreto, a su antojo en favor de la especulación, el abaratamiento o el encarecimiento del dinero, utilizando las deudas soberanas, como usan los depósitos de los planes de pensiones, los compromisos de las hipotecas o las ayudas a los bancos. No se deduce ninguna intención de traducirlos en servicios a la Sociedad.
El sistema financiero hace literalmente caso omiso del movimiento #15M. Se ríen del Movimiento y celebran que focalicen a sus enemigos potenciales en la clase política. Disfrutan, se frotan las manos viendo como las manifestaciones se hacen en Sol o en Carrera de San Jerónimo y no en la puerta del Santander, el BBVA o La Caixa (por poner ejemplos). Lo cierto es que el Movimiento debate, propone y tiene propuestas sobre el modelo financiero, los mercados bancarios y de capitales... Pero apenas son visibles, excepción hecha de las movilizaciones contra los desahucios promovidas por las PAH (Plataformas de Afectados por las Hipotecas), y esta última consideración es, en cualquier caso, un problema muy español y que afecta particularmente a las entidades bancarias españolas.
En mi opinión hay que insistir más aún, mucho más, en las reivindicaciones contra los grandes bancos, los especuladores, los llamados mercados financieros. La Sociedad debe conocer las propuestas, debe recordarlas, se debe insistir en ellas, hay que hacer llegar las reivindicaciones a la banca española. Estimular la concienciación ciudadana, preguntarse qué hacen y qué financian con nuestro dinero, estimular el crédito a comercios y empresas, diseñar productos financieros socialmente responsables, financiación ética y transparente... Estoy convencido que por esa línea también se obtendrá una mayor respuesta de otros indignados europeos y resto del mundo.
Honestamente. Quiero dar las gracias: Doy las gracias en mi nombre y en el de mi famlia a todas las personas, hombres y mujeres que han permanecido alertas a las asambleas, comisiones y otras actividades del movimiento #15M. Nos identificamos en gran medida con sus inquietudes y propuestas, con los que siguen derrochando conciencia social, imaginación, esfuerzos y sudores, de cuyo resultado es una enorme empatía social y que en los últimos días han caminado kilómetros y kilómetros hasta culminar el pasado fin de semana en Sol, y reafirmar una vez más que estamos "indignados".
Cada una de las personas ausentes en las diferentes actividades del #15M tendrá su razón. Vuelvo a decir que la verdadera dimensión (o éxito) del movimiento no lo determinará el número de personas que movilice (unas veces serán más, otras serán menos), sino los rasgos de singularidad del Movimiento y su capacidad de transmitir al conjunto de la sociedad lo que hacen y lo que proponen. Y en esta tarea no lo tienen nada fácil, o dicho de otro modo, los diferentes "poderes" sociales le pueden dar la espalda.
Lucha civil y pacífica sin prisas, sin pausas
Los partidos políticos ya han tomado partido, nunca mejor dicho, y han adoptado posturas diferentes en relación al #15M. Al Partido Popular le molestó desde el mismísimo 15M, después del 22M y ahora y en el futuro. Al PP y a CIU les incomoda para el ejercicio de gobierno en Comunidades y Ayuntamientos en los que han ganado. Se sienten observados, se sienten contradichos, se sienten presionados desde las plazas y barrios. Adoptan medidas disuasorias tan esperpénticas como limpiar las plazas de carteles día sí y el otro también, crear improvisadas obras de mantenimiento abriendo agujeros y socavones, cortar la circulación de peatones o emplear los vehículos de la policía local para con sus luces impedir la reunión o el descanso de los indignados.
Al otro lado del espectro ideológico, IU se siente muy identificada con el #15M, pero teme que los guiños de Rubalcaba terminen "robando" votos y que sean reorientados de nuevo al PSOE. Pero aqui también hay un pulso interesante entre sociedad y políticos. El #15M se resiste a ser simpático con una izquierda política que solo toma de sus propuestas aquellas que les interesa. Los indignados quieren ver hechos y no promesas, tres hechos concretos mejor que un gesto... Y esto a nuestra clase política le cuesta. Se muestra como una maquinaria lenta y temerosa, justo dos cualidades insoportables en tiempos de crisis económica y de valores y con la ciudadanía con la soga al cuello.
El principal handicap de Rubalcaba es Zapatero y la aparente sumisión contínua a los dictados de la UE por parte del gobierno español. La semana pasada, la UE aprobó nuevas medidas de control económico, incluso crearon instrumentos que impidiesen la especulación infundada de los mercados financieros. Aún así, siguen sin cortar por lo sano, atajar de una vez la raíz de los problemas y las especulaciones: La excesiva influencia de las agencias de rating al servicio de la especulación, la existencia de paraísos fiscales, la existencia de la libre circulación de capitales exclusivamente especulativos, sin control y sin tributación.
Los medios de información y comunicación actúan en favor del Movimiento en la medida que éste ataca a algún otro poder: se empecinan en querer plantearlo como un movimiento antisistema (antipolñitico, antibancos, anti...). Algunos persisten en identificarlo con grupos dirigidos, manipulados y violentos. Otros medios sucumben a la evidencia. Es interesante bajar un nivel informativo más, como lo hacen desde medios informativos minoritarios, y juntarse con la gente del movimiento, para conocer un sinfin de propuestas constructivas que perfeccionan el modelo social y económico y democrático en el que vivimos.
El ejemplo lo tenemos en la propuesta de una Ley de Transparencia, que no plantea un antisistema político o democrático, sino que exige a las instituciones establecidas un mayor rigor en la rendición de información y cuentas, algo que es de tradición desde hace décadas en el centro y norte de Europa pero que aquí en España huelga por su ausencia. Es conveniente recordar que la Ley de Transparencia, reclamada por la ciudadanía, ya aparecía en los dos últimos programas electorales del PSOE-Gobierno, y hasta ahora, estimulado por el #15M, no se ha decidido a impulsarla como proyecto de ley, dos ministros y siete años después.
Los especualdores financieros se frotan las manos
Los economistas insisten en hacer creer que hay que tener una suerte de conocimientos que están demasiado alejados de los ciudadanos y ciudadanas comunes. Posiblemente tengan razón. Pero deben recordar que la economía está al servicio de las personas, y nunca al revés. Son las personas las que hacen la economía. Y los ciudadanos y ciudadanas saben perfectamente decidir lo que es correcto de lo que les perjudica, y saben diferenciar aquello que tiene un sentido socialmente productivo respecto de lo especulativo... Y en los últimos años, los mercados financieros están jugando con el dinero sin un fin social concreto, a su antojo en favor de la especulación, el abaratamiento o el encarecimiento del dinero, utilizando las deudas soberanas, como usan los depósitos de los planes de pensiones, los compromisos de las hipotecas o las ayudas a los bancos. No se deduce ninguna intención de traducirlos en servicios a la Sociedad.
El sistema financiero hace literalmente caso omiso del movimiento #15M. Se ríen del Movimiento y celebran que focalicen a sus enemigos potenciales en la clase política. Disfrutan, se frotan las manos viendo como las manifestaciones se hacen en Sol o en Carrera de San Jerónimo y no en la puerta del Santander, el BBVA o La Caixa (por poner ejemplos). Lo cierto es que el Movimiento debate, propone y tiene propuestas sobre el modelo financiero, los mercados bancarios y de capitales... Pero apenas son visibles, excepción hecha de las movilizaciones contra los desahucios promovidas por las PAH (Plataformas de Afectados por las Hipotecas), y esta última consideración es, en cualquier caso, un problema muy español y que afecta particularmente a las entidades bancarias españolas.
En mi opinión hay que insistir más aún, mucho más, en las reivindicaciones contra los grandes bancos, los especuladores, los llamados mercados financieros. La Sociedad debe conocer las propuestas, debe recordarlas, se debe insistir en ellas, hay que hacer llegar las reivindicaciones a la banca española. Estimular la concienciación ciudadana, preguntarse qué hacen y qué financian con nuestro dinero, estimular el crédito a comercios y empresas, diseñar productos financieros socialmente responsables, financiación ética y transparente... Estoy convencido que por esa línea también se obtendrá una mayor respuesta de otros indignados europeos y resto del mundo.
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