No aparecerá en los titulares de noticiarios, ni las acciones voluntarias contribuirán a medir el crecimiento económico de Extremadura.
La celebración del 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntariado, sirve para reivindicar el poder del compromiso individual para cambiar el mundo.
El voluntariado en Extremadura se construye cada día con personas normales que han elegido transformar pequeñas parcelas de injusticia, aislamiento, abandono, intolerancia… para levantar una realidad que reivindique lo humano por encima de todas las cosas. Gente corriente que da su tiempo a diferentes causas.
Lo menos relevante es tener una cifra exacta de cuántas personas ejercen voluntariado. Por muchas que sean, serán insuficientes. ¿Qué consecuencias tendría para Extremadura si el voluntariado no existiese o dejase de actuar durante uno o varios días?: Por ejemplo, ¿cuántas personas enfermas no tendrían acompañamiento en su enfermedad para fortalecer sus cuidados y su ilusión para superarse?, ¿cuántas bolsas de alimentos quedarían sin repartir?, ¿cuántos migrantes no aprenderían español?, ¿cuántas mujeres víctimas de violencia sin recibir aliento?, ¿cuántos niños y niñas sin actividades de ocio saludable?
Las acciones voluntarias no aparecerán en los primeros titulares de las noticias, ni las acciones voluntarias contribuirán a medir el crecimiento económico de Extremadura.
El poder del voluntariado podrá ser constatado dentro de los Indicadores del Desarrollo Humano y Social. Las personas voluntarias tienen la capacidad de cambiar vidas, crear una mayor cohesión social, fomentar la participación ciudadana, mitigar los conflictos; en resumen, su valor está en contribuir al bienestar del conjunto de la sociedad.
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