Desigualdad laboral. Trabajadoras pobres.

De repente parece que este periodo de “sin Gobierno” abriese la veda para contar malas noticias que afectan a los ciudadanos españoles, concretamente al mercado laboral y a la población en riesgo de pobreza. Precisamente en cuestiones que tienen una alta dependencia con las decisiones políticas y legislativas. Vamos por partes.

Dos sentencias del tribunal europeo cuestionan y sancionan contra la legislación laboral española: No entienden por qué hay contratos temporales donde la estructura que sustenta el puesto de trabajo es indefinida; como tampoco entienden que la indemnización de un trabajador con contrato temporal sea inferior a la de un trabajador con contrato indefinido, once días frente a veinte días. En ambos casos, alerta el tribunal, las leyes españolas fomentan la desigualdad laboral.

Por si fuera poco, un estudio desarrollado por el investigador Felgueroso, de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, alerta que más de seis millones de trabajadores cobran menos de lo que fija el salario mínimo anual, como consecuencia de los bajos salarios y cortos periodos de trabajo. Seis millones de trabajadores, esto es, uno de cada tres. El estudio alerta implícitamente de la desigualdad del mercado de trabajo y salarial, en la práctica un mercado de trabajo de dos velocidades, cada vez más notorio y evidente.

¿Quiere otra? Sí, la hay. La empresa de recursos humanos y empleo temporal Adecco ha hecho público su informe anual, en el que señala la dramática situación de las mujeres que encabezan familias monomarentales. Más de la mitad vive con menos de 600 euros al mes. La mitad está desempleada. Alerta Adecco que el mercado laboral es desigual y castiga sobremanera a las mujeres.

Todas estas sentencias, estudios e informes confirman y apuntan con más detalle los resultados periódicos del Instituto de Estadística sobre Desigualdad y Riesgo de Pobreza en España. En este contexto Extremadura arroja datos que la convierten, si cabe, en una región más vulnerable, que sucumbe a un escenario aún más dramático, nada nuevo por otro lado si echamos vista a nuestra historia, poco halagüeño si miramos la tremenda incertidumbre de nuestro futuro.