El Instituto de Estadística de Extremadura ha dado a conocer estos días los resultados del Módulo de Carencia Material (ver informe). Los indicadores que muestra esta "separata" de la ECV de la primavera de 2014 ponen de manifiesto que la población extremeña afectada por privación material severa es menor (en términos de porcentaje) respecto del conjunto nacional.
Pudiera dar la sensación que contradice lo que a su vez se afirma, que Extremadura es una de las regiones más pobres de España y de la UE y cabe preguntarse entonces a qué se refiere el INE y EUROSTAT cuando dice que el 33,9% de la población extremeña está en "riesgo de pobreza" (indicador AROPE). La respuesta se entiende porque la población en riesgo de pobreza tiene en cuenta las rentas (ingresos) de los hogares; también la intensidad de empleo por hogar y por último la privación material severa.
Como los extremeños y extremeñas conocen, nuestras familias requieren de menos dinero para gastos básicos de vivienda (alquiler o hipoteca), despazamientos obligatorios (en transporte público o privado) y alimentación (comedores o comer fuera por motivo de trabajo) que otras comunidades españolas, motivo por el cual las otras necesidades básicas pueden ser atendidas, (ropa, libros, material escolar...) y por tanto Extremadura sale "mejor parada" en este indicador.
Pero no cometamos el error de creer que por eso estamos bien. El porcentaje de hogares con menores en privación material debe animarnos a buscar soluciones para que estas familias no sigan padeciendo esta situación; y por último, que estos mismos jóvenes vivan en familias que tengan ingresos suficientes para dar la oportunidad de completar sus ciclos formativos obligatorios y no obligatorios (formación profesional y universitarios, muchos de ellos fuera de Extremadua) y por tanto tengan mejores opciones para un empleo de calidad y desarrollo de una vida adulta plena.
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