¡Que decidan los votos! Es lo que ha decidido Patxi López convocando a los ciudadanos para el 21 de octubre. Satisfecho con su gestión, pero débil por la falta de apoyos políticos, el Gobierno Vasco debiera acometer ajustes económicos dramáticos que afectan a sus políticas, como consecuencia de la imposición del Gobierno de Rajoy. López es así el primer responsable institucional español que somete a la consideración de los ciudadanos la decisión sobre qué políticas llevar a cabo: favorables o contrarias al modelo liberal de ajustar y recortar el peso de lo público. López, al menos, ha optado por la honestidad, o lo que es lo mismo, no ir en contra de sus creencias ideológicas profundamente arraigadas en la socialdemocracia; en no ocultar a los ciudadanos las políticas a emprender y en no hacer lo contrario a lo que pudo haber dicho con anterioridad. O sea, López ha decidido enfrentar su coherencia política a la incoherencia manifiesta de Rajoy y los gobiernos autonómicos del PP y CIU.