Teología de la prosperidad

Hay una suerte de teología de la prosperidad que consiste en ver la mano de Dios en toda criatura que vive en la holgura o se beneficia de una mejoría material. Los partidarios de esta forma de fe adquieren una habilidad propia de ludópatas: el diezmo a la iglesia es la manija del éxito (donar el 10% de los ingresos a la iglesia que bendice la prosperidad).

Hay quienes piensan que la teología de la prosperidad tiene un fuerte arraigo en el protestantismo y no tanto en el mundo católico. La realidad es bien diferente, afecta por igual a todas las religiones, ya sean cristianas o no, de todo el mundo: tiene un fuerte arraigo en todas aquellas personas que son débiles espiritualmente (no saben exáctamente en lo que creen), tienen una acentuada ignorancia teológica, y otorgan al dinero el mismo rango divino que a Dios.

Fuera del ámbito religioso, algo similar suce en los últimos años con "El Secreto" que pulula por internet y por las librerías. Una creencia basada en el resultado final, despreciando el proceso. Un pregón basado en la generación de insatisfacción, infelicidad y abandono espiritual si no se traduce en acumulación de poder de influencia sobre las personas y acaparación de bienes y dinero.