Pobres sí, formados y con trabajo

Está demostrado que en Extremadura, los Planes de creación de empleo financiados con el presupuesto público autonómico y la Renta Básica Extremeña de Inserción son, juntas, las soluciones más eficaces para proteger a las personas y familias más vulnerables, a la vez que contener las penurias de la población que vive la pobreza y evitar que no aumente aquella que está en riesgo de caer en ella.


En los últimos ocho años Extremadura presenta una reducción consolidada de la población que la padece. Aun así, casi 390.000 personas están en riesgo de pobreza, cifra que se obtiene analizando factores como el dinero disponible por hogar; la intensidad del empleo de las personas en edad de trabajar de cada familia y las que se privan de tener bienes básicos necesarios y tienen dificultades reales para llegar a fin de mes.

Y se constata cómo ha cambiado el perfil descriptivo de las personas que experimentan la pobreza cada día. De los datos objetivos se desprende que una parte importante de la población pobre está constituida por personas españolas, adultas, con nivel educativo medio o alto y, además, con trabajo. Y cito textualmente a la Red española de lucha contra la pobreza, “la pobreza no se encuentra, por usar una expresión gráfica, en la puerta de las iglesias sino al lado nuestro, mezclada en la cola del supermercado de descuento, en el trabajo a tiempo parcial, en los contratos temporales, en las familias con niños, en los hogares monoparentales”, y de forma notoria en Extremadura también jubilados con pensiones insuficientes.

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