Antoni Gutierrez Rubí analiza el golpe de efecto que tienen las nuevas intervenciones de Mariano Rajoy. "La realidad me ha impedido cumplir mi programa electoral",dice el Presidente, que añade "Estoy convencido de que cumplir con mi deber me llevará a volver a ganar las elecciones".
De modo que, ya no habla del pasado, sino del presente. La estrategia de Rajoy se alimenta de la tesis de lo inevitable. No puedo hacer lo que quiero (o prometí) sino lo que debo. El deber disociado del compromiso y de la voluntad. El deber condicionado: el determinismo histórico.
Las preguntas se agolpan:
1. ¿Puede un presidente ser efectivo haciendo algo en lo que no cree o no quiere?
2. ¿Puede el deber ser vivido como una responsabilidad sin la fuerza de la convicción y la coherencia?
3. ¿La realidad que le obliga a cambiar de políticas no es, también, un argumento para cambiar de protagonistas y de responsables?
4. ¿Se puede ser presidente cumpliendo tu misión en contra de tu propia voluntad o compromiso?
Ahi queda el enlace para quienes quieren ver más.
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