Participación ciudadana y movimientos alternativos

Rajoy y sus Ministros son conscientes que han ocultado premeditadamente sus acciones políticas a los ciudadanos: Unas por impopulares, otras por irremediables - si es que realmente pueden ser consideradas como tal -, y otras por beneficio electoral. Lo cierto que desde que estalló la crisis, prácticamente no ha habido semana en que el ciudadano no tenga motivos para indignarse. Su mayor exponencial fue el movimiento 15M. Y aunque para la mayoría de la gente el movimineto - que no es grupo - pareciera que se ha desintegrado, realmente lo que ha sucedido es que se ha desplegado hacia la participación ciudadana como movimiento alternativo de solidaridad y desarrollo social.
El artículo de El País nos muestra algunos ejemplos de la silenciosa expansión. Ahora estamos afanosamente dedicados a buscar soluciones, en la práctica totalidad de los casos al margen de los poderes públicos municipales, autonómicos y nacionales, sencillamente por desconfianza hacia ellos y por desinterés de los polñiticos. Esta disociación no favorece a la democracia, pero ayuda a las personas. Muchas de las acciones ocurren alejadas de protagonismos mediáticos. Son centenares o miles de iniciativas que germinan en barrios y pueblos, y se convierten en una red de apoyo en tiempos de desmantelamiento del Estado del Bienestar.